miércoles, 30 de julio de 2014

Mi querida Ferita.

Mi querida Ferita es mi adorada abuela Ferrina.
Italiana de nacimiento vivió en Buenos Aires casi toda su vida. En esa ciudad nací yo, me crié con sus visitas diarias y sus silencios y momentos simples. Por que Feri ante todo era simple.
Siempre la tengo en mi, es parte de mi el amor de esa mujer tan fuerte y quieta. Hablar de ella me sigue llenando de amor y de sentimientos enormes que me dibujan una sonrisa gigante aunque a veces las extrañe.

Feri fue mi compañera, no era de esas abuelas que te llenan de consejos, que pretenden enseñarte, que te llenen de historias o que te solucionan las cosas. Era más bien de sentarse y casi no hablar. Era hermoso sentarse al lado de ella y apoyar la cabeza en su hombro y que me acariciara un brazo.
Se reía de las cosas mas pequeñas, disfrutaba estando ahí para nosotros, jamas la escuche hablar mal de nadie y mucho menos quejarse. No tengo historias grandilocuentes sobre ella, ni maravillas para contar que deslumbren a quien no la ha querido como yo, pero mi abuela siempre va a ser la figura enorme del amor de mi niñez.

Esto que escriba acá no pretende ser un homenaje a ella, ni mi vida se que tampoco lo será. Es más simple que eso, como todo con Feri. Ferita es el nombre mas querido y el más sencillo de todos para nombrar al amor por vida misma.
Y como acá pretendo escribir sobre eso, sobre el amor, la vida y las cosas simples (que son las más hermosas) nada mejor que tenerla presente siempre a ella, la primera simple de corazón que conocí.

Abrazos de los de Feri, cortitos pero con sentimiento.
Gilda